PeQUEÑA mUERTE

Después del éxito obtenido en 1997 con Mala sang, su primera obra, en 1999 David Plana estrena su segunda pieza teatral, Petita Mort. La obra, que se representó en la Sala Beckett de Barcelona y de la cual el mismo autor firmó la dirección, repitió el éxito de la primera.

Petita mort muestra el encuentro de dos personajes en uno de los peores momentos de su vida y como, en una situación como esta, puede aparecer la pasión más desesperada y profunda. Todo en tono de comedia, o por lo menos en el inicio. Después, como pasa en la vida, las cosas de complican. Pero, al final, como pasa en el teatro, las cosas no son tan graves como aparentaban. Porqué, en definitiva, una de las pocas cosas que todavía nos unen es la seguridad de que, pese a todo, la salvación siempre se produce. Quizá de la forma más inesperada: en una caricia húmeda en una bañera.